Tras la llegada del coronavirus, muchas empresas se vieron obligadas a cesar su actividad de forma temporal. Ahora, bajo las nuevas medidas sanitarias, las compañías han vuelto a abrir en lo que se conoce como la nueva normalidad.
En este momento, la prioridad de las empresas es retomar su actividad y volver a generar ingresos. Y para ello, la gestión de riesgos en las operaciones comerciales se convierte en un aspecto fundamental para cualquier compañía. Contar con herramientas como las ofrece la compañía Pouey te ayudará a minimizar cualquier riesgo. Desde comprobar la solvencia de los clientes, reducir el número de impagos de clientes y disponer de seguros de crédito hasta descontar facturas.
Pero, ¿cómo se puede gestionar de forma eficiente los riesgos comerciales? En el artículo de hoy, ¡te mostramos las claves principales!
Cómo gestionar el riesgo comercial en una empresa
En 2019, las empresas no cobraron el 3'1% de su facturación y el 88% de ellas se vieron afectadas de forma negativa por la morosidad, según indica la encuesta de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM). Anticiparse y tener un sistema de prevención de riesgos comerciales ayudará a que afecte de forma mínima a la empresa. Para ello, es esencial tener en cuenta los siguientes elementos:
Disponer de informes comerciales sobre la situación de los clientes
Conocer la situación empresarial en la que se encuentran los clientes con los que tu empresa trabaja es la principal herramienta de prevención. De este modo, podrás saber su ratio de crédito, la probabilidad de impago o las incidencias que han tenido en ficheros de impago.
Tener garantía financiera frente a deudas
Contar con un servicio de cobertura ante el riesgo de impagos mantendrá intacta la solvencia de la empresa. Para ello, puedes recurrir a un seguro de crédito como Serenitas. Así, mantendrás protegido tu negocio ante posibles deudas.
Gestión de impagos
Si no quieres contactar con cada uno de los clientes que tienen deudas con tu empresa, puedes externalizar la gestión y la negociación de la morosidad de los clientes. Esto te permitirá centrarte al 100% en la actividad de tu negocio sin renunciar al pago de esa deuda pendiente. Además, permitirá que la plantilla se centre en otras tareas más importantes, rentabilizando la productividad de la empresa.
El factoring: adelanta el pago de tus facturas
Si además de la gestión del riesgo comercial, tienes problemas económicos tras este periodo de inactividad, puedes optar por el factoring. Se trata de un recurso financiero que permite tener el pago de las facturas por adelantado. En caso de que lo necesites, puedes solicitarlo en una plataforma como Finquietis y los inversores que tengan liquidez te proporcionarán el coste de tus facturas. Es una forma fácil y segura de aportar solvencia a la empresa para poder continuar con la actividad empresarial.
En definitiva, una empresa debe saber cómo actuar ante posibles riesgos comerciales como los impagos de los clientes o la necesidad puntual de financiación. Prevención, negociación y actuación serán los tres pilares básicos que te ayudarán a continuar con normalidad la actividad de tu compañía.