Como independizarme

Ahorra tiempo y dinero preparando tu café matutino con estos consejos

El aroma a café es uno de los indicios más característicos de que una nueva jornada empieza en muchos hogares. Con el amanecer, es ya una costumbre tomar un café matutino que nos aporte la dosis de energía que necesitamos para que nuestro cuerpo arranque y poder salir a trabajar bien despiertos.



Tradicionalmente este primer café se tomaba en casa, preparado en una de esas cafeteras italianas que hemos visto toda la vida en nuestra cocina, con su típica asa y la tapadera en la parte superior, similar a una tetera. Pero con el ritmo de trabajo que llevamos actualmente, prepararnos un café todas las mañanas de esta manera es a menudo imposible por el tiempo que ello conlleva. Por eso es una costumbre que se ha ido abandonando en pos de tomarlo en un bar de camino al trabajo. Este hecho sin duda encarece nuestra dosis matinal de cafeína, y nuestro bolsillo lo nota a final de mes.

Y como nuestro objetivo es ahorrar sin dejar de permitirnos este pequeño lujo que tanto nos gusta, queremos explorar qué posibilidades tenemos a nuestro alcance para seguir preparando el café en casa y que nuestro bolsillo y horario no se resientan.

  • Moler el café es una gran idea. ¿Sabías que el café en comprado en grano sale casi un 30% más barato que si lo compras molido? Teniendo este dato en cuenta, valora la posibilidad de comprarlo en grano para después molerlo tú mismo en casa. Puedes utilizar un molinillo para café de los que se han utilizado siempre. Los hay en su forma tradicional, que encajan a la perfección en cocinas de estilo rústico, y también con diseños actuales, a tono con las cocinas de estilo más minimalista de hoy. Nuestro consejo es que muelas la cantidad que necesitas a corto plazo, por ejemplo para preparar el café de los próximos dos o tres días. La razón es que el café molido va perdiendo propiedades y sabor cuanto más tiempo pasa en contacto con el aire, efecto que al molerlo se acentúa. Una vez molido, el siguiente paso es…
  • Elegir la cafetera adecuada. Sin duda la más eficiente que puedes encontrar es la italiana, que hemos mencionado más arriba. Lo mejor es que utilices una de un tamaño acorde al número de personas que tomáis café en casa. Si sois pocos, o solo bebes café tú, utiliza la más pequeña que encuentres en el mercado, que te proporcione una o dos tazas de café. Utiliza tu café molido y ¡voilà!, ya tienes tu taza lista sin haber gastado prácticamente nada. Un truco que puedes utilizar si abandonaste su uso por el tiempo que te llevaba prepararlo por las mañanas es hacerlo por la noche, mientras preparas la cena. Una vez tengas tu café listo, guárdalo en un tarro cerrado y a la mañana siguiente solo tendrás que calentarlo un par de minutos en el microondas.
  • Preparar café en una cafetera espresso. Estas máquinas se han puesto muy de moda, especialmente las de monodosis en cápsulas, que suponen un ahorro de tiempo, aunque no de dinero, ya que las cápsulas son bastante caras en comparación con adquirir el café por kilos. La principal ventaja de estas cafeteras es que en cuestión de un minuto o dos tenemos nuestra taza de café lista para tomar. Además, si superan los 15 bares de presión otorgan al café la cremosidad y cuerpo característicos de los cafés que se preparan en los bares. Nuestro consejo es que si te decides por una de este tipo compres aquella que te permita preparar café tanto con cápsulas, para cuando quieras probar otras variedades de café puntualmente, como de la manera tradicional, con café molido. Así, la mayoría de los días podrás preparar tu café en un abrir y cerrar de ojos, dándole un respiro a tu bolsillo.

 

Compartir este artículo