Ya sea por circunstancias personales o por el periodo de crisis global en el que nos encontramos, muchas familias medias afrontan problemas a la hora de pagar hipoteca. Es importante conocer las diferentes medidas para lograr el pago de la hipoteca en tiempos de crisis y evitar posibles consecuencias como el deshaucio y el embargo de una casa.
Recientemente, se han aprobado nuevas medidas que avanzan debilmente hacia la defensa del ciudadano, algo importante si se tienen en cuenta la existencia de cláusulas abusivas dentro de algunos contratos bancarios. Por eso es fundamental conocer bien qué tipo de hipoteca elegimos.
¿Qué medidas puedo tomar?
En España la legislación hipotecaria tiene aun pendiente una actualización, ya que la que tiene vigencia en la actualidad fue fundada en 1909. En cuanto a la relación entre acreedor y el deudor, se pueden modificar las condiciones de préstamos personales. Hay varias alternativas para hacer frente al pago de la hipoteca:
- Novación: implica un cambio en las condiciones de la hipoteca. Se puede negociar el plazo, el interés o el aval.
- Subrogación de hipotecas: mediante este procedimiento podrá pasar el préstamo a otra entidad si las condiciones que contrató con la entidad financiara han cambiado o ya no le interesan. Es decir: se trata de un cambio del acreedor. En términos hipotecarios, debemos buscar nuestro propio interés y no permanecer en un banco si las condiciones que nos ofrece ya no son las que más se adaptan a nuestras circunstancias.
- Reunificación de préstamos: Consiste en ampliar el préstamo hipotecario existente o bien concertar uno nuevo para agrupar todos los préstamos que tengamos en uno solo. En el caso de tener créditos, el nuevo crédito se concede con intereses más bajos que los préstamos personales o tarjetas acumuladas. La finalidad es que el cliente tenga que pagar menos cuota cada mes, trimestre o semestre y pueda disponer incluso de dinero efectivo para lo que necesite.
A nivel institucional, desde la Unión Europea consideran abusivas las recientes medidas tomadas en España en referencia a las hipotecas y los desahucios, ya que no ofrecen un recurso legal eficaz para las familias que atraviesan dificultades económicas ni las protegen de las cláusulas deshonestas de los contratos hipotecarios. La Ley de Enjuiciamiento Civil aprobada en 2001 prevé la rehabilitación del préstamo, que permite liquidar lo que se debe para evitar el embargo y no se obliga al cliente a pagar todo el importe de la hipoteca.